La necesidad de guardar
La historia del bolsillo tiene su origen en una prenda cuyo nombre seguro que has oído o leído alguna vez quizá sin saber muy bien a qué se refería. La (preciosa) palabra es faltriquera, y es el origen del bolsillo, de hecho durante mucho tiempo, era el bolsillo.
Una faltriquera es, o más bien era, una bolsa plana pequeña de forma aproximadamente rectangular con una abertura, estaba forrada por dentro y por detrás y se ataba con cintas a la cintura debajo de la falda o delantal de las mujeres, que la usaban a modo de bolsillo..
La historia del bolsillo tuvo durante mucho tiempo su nombre, ya que fue un complemento muy común en la Edad Media y hasta mediados del siglo XX. En Extremadura hacia finales del siglo XIX y comienzos del XX aún se menciona que llevaban en la faltriquera una caja de fósforos o cerillas, una navaja, un dedal, un tubo con agujas, hilo, un pañuelo para limpiarse, las llaves y un monedero con monedas.
Se trataba todavía de una prenda femenina porque los hombres para entonces ya tenían un bolsillo de corte más ortodoxo siempre en el chaleco. Existían diferentes tipos de faltriquera, de acuerdo con la ocasión. Estaban las de uso diario, para las romerías o fiestas regionales e incluso para los carnavales.
En la actualidad todavía se siguen fabricando en paño, terciopelo o tela para los trajes regionales. O también para quienes las siguen usando en los pueblos más tradicionales de la Península Ibérica.
Fue tan importante esta prenda que incluso se diseñó un reloj que cabía en ella. Es el llamado reloj de faltriquera o de bolsillo que era un pequeño reloj de dos agujas que cabía en un bolsillo y que se sostenía y aseguraba por una cadenilla colgante generalmente de plata, oro o níquel. Otra pieza que no podíamos dejar de mencionar en nuestra pequeña historia del bolsillo.
Lo que sí se utiliza actualmente y en todo el mundo es la llamada faltriquera de viaje que tiene el mismo principio. Es una especie de bolsillo con varios cierres o cremalleras, rectangular o redondeada de tela fina pero resistente que se ata a la cintura mediante un broche. Sirve para llevar, de manera segura, la documentación personal como documento único, tarjetas de débito y crédito y el dinero efectivo durante una travesía. Lo que hoy llamaríamos quizá una riñonera o bolso riñonera, pero que yo he querido llamar Bolso Pin.
La idea de llevar un bolsillo anexo a tu ropa es la inspiración de este bolso a la cintura. No siempre necesitamos llevar todo nuestro mundo en el bolso, así que el modelo PIN está diseñado para llevarlo a la cintura de una manera cómoda y con espacio para llevar lo justo.
Así culminaría nuestra historia del bolsillo, con lo que podemos considerar un regreso a la faltriquera con el toque de Un bolso Fani.